El pueblo de Nindirí límita al norte con Managua y Tipitapa, al Sur con Masaya y los Municipios de Masatepe y La Concepción, al Este con Masaya y al Oeste con el Municipio de Ticuantepe Se localiza en la región hidrológica de la cordillera volcánica, cerca de la base de las alturas de las sierras de Ma- nagua; se asienta sobre una llanura que parte de la cima de la laguna „Lenderí“ (Laguna de Masaya), extendiéndose en el norte.
El nombre de Nindirí es una palabra chorotega o mangue que significa “Altura de la Cochinilla“, el municipio el municipio de Ticuantepe Por su extensión territorial de 142 91 Km², Nindirí”se ubica en el segundo lugar entre los nueve municipios que comprenden el departamento de Masaya.
A la llegada de los españoles al territorio de Nindirí a principios de la segunda década del siglo XVI, la población aborigen eran un promedio de 30,000 pobladores, los que al finalizar la conquista sufrieron un exterminio casi total Los pobladores de estas tierras eran de las tribus de los dirianes, que significa “Hombre de las Alturas de las Montañas“, descendientes de los chorotegas o mangues cuya procedencia era de choluca, quienes al ser desalojados del centro de México, se ubicaron en el territorio comprendido entre el golfo de Fonseca y Nicoya, estableciendo cacicazgos Serranías importantes como el de “Tenderí“, cacique guerrero y centinela del trabajo y la artesanía.
Durante la época aborigen, el municipio se conocía con el nombre de “Nindirí y Lenderí“ y el caci- cazgo que presidía la ciudad principal era „Tenderí“ Uno de los últimos caciques Nacatime se convirtió a la fe católica bautizándose como Francisco, lo que valió a este pueblo para evitar el derramamiento de sangre Tenderí”fue la cuna de los más grandes cacicazgos de los dirianes, llegando a tener a todos los pueblos del área como sus tributarios.
A raíz de las grandes conquistas españolas, en Lenderí se inició la formación del núcleo urbano y rural de acuerdo a las cartas pueblas que fueron puestas en práctica en la edad media, extendiéndose el reconocimiento de autonomía, y el otorgamiento de privilegios y facultades municipales conforme el sistema clásico español Nindirí, es uno de los pocos pueblos de Nicaragua que aún conserva inalterable el viejo trazo colonialista de sus calles, así como la organización indígena que encabeza su “Alcalde de Vara“ Uno de los últimos caciques que presidía el concejo de ancianos fue Juan Nacundirí, quien se resistió al bautismo y mantuvo un pensamiento que lo aplicaba a su familia y a su pueblo: “La unión hace la fuerza“
Este municipio, después de Granada y León es uno de los primeros que se fundaron en Nicaragua, aunque no se han encontrado evidencias documentales que aclaren este hecho, se supone que por la importancia cultural étnica, geográfica y económico al momento de la conquista; el municipio satisfa- cía las exigencias económicas de la corona en relación al pago de los impuestos a la hacienda pública.
Desde hace más de 225 años, en los archivos que se conservan en la iglesia católica del municipio, Nindirí es llamado “La Tierra de Tenderí“ Una de las principales reliquias de la época colonial es el templo católico de Santa Ana con más de 400 años En 1798 este templo es reconstruido y en el presente.
siglo declarado Monumento Nacional Característica sobresaliente de este templo es la conservación de dos leones de castilla labrados en Madera, simbolizando el paso de los españoles por estas tierras.
Nindirí pasa a ser ciudad por decreto número 1014 de la Asamblea Nacional, el 23 de Agosto de 1995 Nindirí, a pesar del tiempo, mantiene su identidad cultural, lo tradicional se expresa en un sentido religioso muy arraigado en la mentalidad del pueblo Las fiestas tradicionales se remontan al tiempo de la conquista Se afirma que el capitán de conquista Diego de Machuca, al tomar posesión de esta tierra, lo primero que hizo fue entregar dos imágenes: San Pedro y Santiago, al cacique Nacatime con la recomendación de que fueran tomados como Santos Patronos, festejándose en los días del calendario cristiano.
En la década de los años 70 del siglo XVIII, el Alcalde, don Santiago Flores Santana, para conjugar su nombre y apellido con el de los patronos del pueblo, sustituyó a San Pedro por Santa Ana, quedando establecidas las fiestas patronales del 22 al 27 de julio con el apóstol Santiago y la Sra Santa Ana como nuevos patrones Fue así como se difundieron durante muchos siglos sus bailes o areytos“ como: „El Macho Ratón, El Toro Guaco, La Historia, El Mantudo, La Contienda, El San Martín, El San Ramón, El Gigante, Los Negros, Las Negras, Las Indias y El Capitán“ Otra de las actividades culturales es la celebración de la Semana Santa para lo que se efectúa la Judea, que está compuesta por artistas teatrales del municipio y que se ocupan de narrar y patentizar paso a paso la vida del Señor Jesús Este grupo visita diferentes lugares del país presentando su obra teatral popular.